Puerperio
Es la etapa en que el cuerpo de la mujer vuelve a su situación normal luego del embarazo. Todo el organismo vuelve a su regularidad, pero también pueden presentarse algunas molestias, como constipación y hemorroides.
El puerperio o cuarentena es el período que inmediatamente sigue al parto, y que se extiende el tiempo necesario (usualmente seis u ocho semanas) para que el cuerpo materno — incluyendo las hormonas y el aparato reproductor femenino — vuelva a las condiciones pre-gestacionales, aminorando las características adquiridas durante el embarazo.
En esta etapa también se incluye el período de las primeras dos horas después del parto, que recibe el nombre de posparto.
Clasificación del puerperio:
- Puerperio inmediato: Primeras 24 horas.
- Puerperio mediato: Desde el segundo día hasta el séptimo día.
- Puerperio tardío: De los siete días hasta los 40 días
Dentro del primer puerperio se realiza un esfuerzo orgánico destinado a lograr la Hemostasia Uterina(hacer que la sangre en estado líquido permanezca en los vasos sanguineos), para lograr esta acción se ponen en juego dos mecanismos: la contractilidad y la retractilidad. El primero consiste en el acortamiento temporáneo de la fibra muscular uterina, mientras que el segundo acorta de forma definitiva la fibra muscular uterina; en el puerperio mediato, se produce la reepitelización endometrial, los loquios de serohemáticos se tornan serosos y desaparecen en la tercera semana de parto. Entre los 30 y 45 días puede llegar a aparecer la ovulación y en caos de no haber fecundación se producirá la consecuente menstruación; por último tenemos el puerperio tardío, éste se extiende desde los 45 días hasta que continúe el período de lactancia activa, algunas mujeres experimentan una retraso del ciclo sexual hormonal.
Luego de dar a luz la mujer experimenta varios cambios anatómicos, el útero vuelve a su tamaño normal inmediatamente, por debajo del ombligo sentiremos una masa dura, es éste mismo que se está reacomodando; la disminución de su tamaño ocurre por la consecuente disminución de fibras. Como el cuello uterino se abrió para facilitarnos el trabajo de parto natural, se cerrará de la misma forma (a fines de la primera semana); luego de un parto vaginal, la vulva y la vagina forman un amplio conducto de paredes lisas que va a ir disminuyendo su tamaño con el correr de los días.
Con respecto al tracto urinario, los uréteres y la pelvis dilatadas recobrarán sus dimensiones anteriores entre 2 y 8 semanas luego del alumbramiento, sin embargo debemos tener cuidado ya que en algunos casos su exposición puede traer como resultado una infección urinaria. La piel en el abdomen se encontrará estirada, consecuencia normal del embarazo, dichas paredes permanecerán así por un tiempo; las mamas son las que más cambios sufren, las hormonas del embarazo estimulan su crecimiento y la producción de leche; la secreción de la misma se mantendrá por el estímulo de succión del bebé. Debemos pedirles calma a las madres si la secreción no es mucha, esto es normal, al principio será escasa y amarillenta, pero rica en minerales y proteínas, a ésta se la conoce como calostro, el cual se convertirá gradualmente en leche.
Medidas de seguridad y consejos
Durante la primera etapa del puerperio las complicaciones más frecuentes son las hemorragias y las infecciones; por eso debemos evitar los factores de riesgo tales como la mala higiene, incumplimiento de normas de asepsia y antisepsia, rotura de membranas, tactos reiterados, etc. El médico nos recomendará seguramente llevar a cabo una higiene perineal tres veces al día, se realizará con guantes para evitar el contacto directo con los genitales. También se seguirá una dieta liviana consumiendo alimentos que ayuden a la mamá a evacuar los intestinos; con respecto a los ejercicios, lo que se aconseja es la movilización precoz, evitando así que la mamá se canse fácilmente. La locomoción favorecerá la pronta recuperación del puerperio, especialmente si se tuvo un parto por cesárea.
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