¿Qué es VIH?
Es el virus causal de la enfermedad del SIDA. La sigla “VIH” es la abreviación para referirse al Virus de Inmunodeficiencia Humana el cual se desglosa en lo siguiente:
Virus: Agente etiológico o el que causa la infección, en este caso el SIDA.
Inmunodeficiencia: se refiere a que el virus (VIH) ataca el sistema inmunológico o de defensa, es decir, el sistema que protege a nuestro organismo de la acción de agentes dañinos o extraños como lo son las baterías, hongos, protozoarios, virus, etc.
Humana: el virus ataca únicamente a los seres humanos, todos somos susceptibles a contraerlo, por esta razón se habla de “vulnerabilidad universal”, ya que se puede transmitir a cualquier raza, sexo, opción sexual o condición económica sin excepción.
¿Qué es el SIDA?
El SIDA es la fase clínica tardía de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El concepto SIDA es una sigla que significa Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, la definición de cada una de las palabras es la siguiente:
Síndrome: se refiere a un conjunto de síntomas que unidos componen todos un cuadro clínico complejo. En el caso del SIDA es complicado identificar este cuadro clínico ya que los síntomas que este síndrome posee son parecidos a los de otras enfermedades, sin embargo se han determinado algunas manifestaciones que pueden estar relacionadas al reconocimiento de este concepto gracias a la comparación de casos con la infección.
De Inmunodeficiencia: Porque la acción del virus que produce este síndrome es directamente sobre el sistema inmunológico o de defensa de nuestro cuerpo, destruyendo la cantidad de defensas que necesita el organismo para enfrentar a los agentes extraños o dañinos que se incorporen en el.
Adquirida: Porque este síndrome (SIDA) y el virus (VIH) como tal, no está incorporado nuestro cuerpo sino que se adquiere de otra persona, es decir, es transmisible por medios de ciertas vías de contagio.
¿Entonces, es diferente tener SIDA a tener VIH?
Si hay diferencia, ya que VIH es el virus y SIDA es el síndrome adquirido por este virus. Además entre incorporar el virus a nuestro organismo y desarrollar la patología transcurre un periodo de tiempo bastante largo.
Al momento de adquirir el virus el cuerpo no presenta deterioro externo alguno por esto se puede vivir “saludable” durante algunos años con ningún síntoma, sin percatarse del deterioro que está sufriendo el sistema inmunológico, este periodo o etapa se denomina “Asintomático”.
Aunque no se presenten los síntomas si se puede transmitir la infección, es decir, sin tener SIDA aun, podemos transmitir el virus VIH, ya que transcurridas 6 horas después de haberse infectado ya se está capacitado para su transmisión. Por ellos se cita una frase popular que dice:
“El VIH no se ve en la cara o en el aspecto de la persona”.
Cuando se empiezan a presentar síntomas o deterioro general de la salud por la infección se le pasa a llamar periodo o etapa “Sintomática”.
Y finalmente, cuando el sistema de defensa se encuentra en pésimo estado y comienzan a aparecerán muchas infecciones de virus oportunistas que no responden a los tratamientos o en algunas ocasiones enfermedades y hasta algunos canceres se diagnostica el deterioro general de la salud y lo que posee el paciente pasa a llamarse SIDA.
Descripción de la Patología
El virus VIH tiene la particularidad de atacar y destruir en forma progresiva al Sistema Inmunológico, cuya función es defender al organismo de gérmenes y elementos potencialmente dañinos para la salud, así como impedir la aparición de cánceres y tumores. El VIH ataca y destruye nuestras defensas.
El sistema inmunológico o de defensas es el que nos protege de las enfermedades, el virus ataca a los linfocitos T CD4 que son los colaboradores y responsables de la respuesta inmune adaptativa. Así que si el virus va destruyendo estas células blancas y comienza a crear una especie de caos dentro de nuestro organismo el cual no tiene quien lo defienda o no se encuentran suficientes defensas para combatir las infecciones que se puedan presentar; muchas infecciones aprovechan que hay pocas defensas para empezar a invadir nuestro cuerpo y causarle enfermedad, las enfermedades que se presentan en éste momento se les ha denominado "oportunistas" porque aprovechan la –oportunidad para desarrollarse-, dichas infecciones pueden adquirirse del medio externo o pueden ser microorganismos con los que hemos convivido durante mucho tiempo sin que nos causen enfermedad, porque el sistema de defensa que se encontraba sano los controlaba , es por eso que una persona afectada con SIDA puede morir por causa de un resfrío común (Rhinovirus)
Cuando se presenta éste caos y conjunto de enfermedades se dice que la persona está en fase de SIDA. En el término de semanas a varios meses después de la infección por el virus muchas personas presentan un cuadro agudo similar a la mononucleosis, de curso limitado, y que dura una o dos semanas. Después de ese lapso las personas infectadas pueden permanecer asintomáticas durante meses o años antes de que aparezcan otras manifestaciones clínicas, como infecciones oportunistas y síntomas generales y neurológicos. Por lo regular la gravedad de la enfermedad causada por el VIH guarda correlación directa con el grado de disfunción del sistema inmunitario.
El comienzo del cuadro clínico suele ser insidioso, con síntomas inespecíficos como linfadenopatía, anorexia, diarrea crónica, pérdida de peso, fiebre y fatiga. Sin embargo, dicha constelación de síntomas específicos por lo regular no basta para confirmar el diagnóstico de SIDA. Se denomina complejo relacionado con el SIDA (CRS) o "infección sintomática por el VIH" a los signos y síntomas recién mencionados en una persona infectada por el VIH. Se han identificado más de una docena de infecciones oportunistas y algunos cánceres que constituyen indicadores suficientemente específicos de la inmunodeficiencia subyacente como para ser incluidos en la definición de casos de SIDA. Las infecciones oportunistas incluyen: neumonía por Pneumocystis carinii, criptosporidiosis crónica, toxoplasmosis o del SNC, candidiasis del esófago o de las vías respiratorias inferiores, criptococosis diseminada o del SNC, micobacteriosis atípica diseminada e infección pulmonar, de las vías gastrointestinales, del sistema nervioso central, u ocular, por citomegalovirus (CMV), infección mucocutánea ulcerada crónica o diseminada, por el virus del herpes simple, y leucoencefalopatía multifocal progresiva; entre los cánceres están el sarcoma de Kaposi, el linfoma primario de células de células B limitado al encéfalo y el linfoma no-Hodgkin. Estas enfermedades, si se diagnosticaban por medio de las técnicas histológicas, o de cultivo estándares, o por ambas, satisfacían la definición de vigilancia del SIDA hecha por los Centros para el Control de Enfermedades (EUA) si se habían descartado otras causas identificadas de la inmunodeficiencia.
En l987 se revisó la definición mencionada para incluir más enfermedades indicadoras (como el síndrome de desgaste, la tuberculosis extra pulmonar y enfermedades neurológicas como la demencia o la neuropatía sensitiva por el VIH), y para aceptar como diagnóstico presuntivo algunas de las enfermedades indicadoras si en las pruebas de laboratorio, como las mediciones de anticuerpos contra el VIH, se detectaban signos de infección por el VIH. Es posible que se revise de nuevo la definición de casos conforme se cuente con mayor información clínica. Por ejemplo, se están estudiando las manifestaciones mayores o principales de la inmunodeficiencia por el VIH la septicemia o la neumonía bacteriana recurrente (ya que se consideran como cuadros indicadores de SIDA en los niños), y la tuberculosis pulmonar.
La proporción de personas infectadas por el VIH que al final presentarán SIDA no se conoce con exactitud. Los estudios de cohortes de adultos infectados por el VIH, hechos antes de que se contara con un tratamiento antivírico específico, señalaron que del 14 al 20% presentaba SIDA clínico en el término de cinco años, y que aproximadamente el 50% lo hacía en el término de 7 a l0 años.
Después de los l0 años se calculó que la mayoría de las personas infectadas pueden presentar SIDA en el término de otros 5 a l0 años. Con las medidas modernas de tratamiento, estos períodos de incubación sin duda son más largos. Sin tratamiento específico, la tasa de letalidad por SIDA ha sido muy alta, y la mayoría de los pacientes (del 80 a 90%) mueren en un plazo de tres a cinco años después del diagnóstico de SIDA.
Los pacientes contagiados con sida se clasifican en:
Categoría A: pacientes con infección primaria o asintomática.
Categoría B: pacientes que presentan o hayan presentado síntomas que no pertenecen a la categoría C, pero que están relacionados con la infección de VIH
Categoría C: pacientes que presentan o hayan presentado algunas complicaciones incluidas en la definición de sida de 1987 de la OMS
Agente Causal: VIH
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) infecta a las células del sistema inmunitario, alterando o anulando su función. La infección produce un deterioro progresivo del sistema inmunitario. Se considera que el sistema inmunitario es deficiente cuando deja de poder cumplir su función de lucha contra las infecciones y enfermedades. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es un término que se aplica a los estadios más avanzados de la infección por VIH y se define por la presencia de alguna de las más de 20 infecciones oportunistas o de cánceres relacionados con el VIH. (OMS)
El VIH es un virus y como tal no puede crecer ni reproducirse por sí mismo, el sistema inmunológico humano es el encargado de eliminar los virus de nuestro cuerpo, lo que hace al VIH tan difícil de tratar es que ataca directamente al mismo sistema inmunológico dejándolo imposibilitado.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un Lentivirus (de la familia Retroviridae). Lo que significa que tiene un largo periodo de incubación y demoran en aparecer los síntomas generados por este virus.
Fue descubierto y considerado como el agente de la naciente epidemia de sida por el equipo de Luc Montagnier en Francia en 1983.
Estructura básica del VIH.
El VIH está limitado externamente por una bicapa lipídica en la cual se insertan las glicoproteínas gp 120 y gp 41. Estas glicoproteínas o proteínas de superficies, son muy importantes, por que a través de ellas e virus logra introducirse en las células del sistema inmune, “minando” lentamente la capacidad de defendernos contra los agentes infecciosos, hasta desencadenar el SIDA. Por debajo de la cubierta lipoproteína del virus, se encuentran dos envolturas proteicas distintas, que contienen en su interior dos moléculas de ARN. Estas moléculas de ARN codifican para tres genes estructurales y al menos seis genes involucrados en la expresión del virus. Existen también copias de las enzimas transcriptasa reversa, integrasa y proteasa.
Ciclo del VIH
No importando cual sea la forma de transmisión del virus, su forma de integrarse al organismo es la misma. El conjunto de procesos e interacciones que se producen entre el virus y las células del sistema inmune y que permiten su replicación se conoce como ciclo de vida del VIH. Hay que recordar que el VIH al ser un virus no es considerado un “ser vivo” y solo manifiesta propiedades de la vida, al entrar al organismo.
El principal blanco de el VIH son los linfocitos T, helpers o linfocitos T CD4 esta ultima posee una proteína de superficie llamada CD4. Esta proteína es la que se una con la gp 120 del VIH e inician la infección viral.
Etapas de la infección viral
1. El virus se une a la superficie celular del linfocito.
2. El virus se “funde” con la membrana del linfocito y vierte su contenido en el citoplasma de este.
3. A partir del ARN, la transcriptasa reversa produce moléculas de ADN viral de doble hebra.
4. Con ayuda de una proteína del virus llamada integrasa, el AND viral se incorpora al genoma de la célula huésped. (permanece en una estado conocido como provirus).
5. A partir del ADN integrado o provirus, la célula “fabrica” proteínas víricas y ARN.
6. La proteasa del VIH escinde las nuevas proteínas.
7. Las proteínas virales junto con el ARN forman nuevas partículas víricas que salen de la célula huésped para infectar otros linfocitos.
Población vulnerable a contraer VIH
· Jóvenes y adolescentes: el mayor problema con este grupo es la poca responsabilidad en el autocuidado, ya que por ejemplo en un estudio publicado en CONSIDA en el que se midieron diversos factores de riesgo y conductas en la vida sexual, se realizo un encuesta en la que se preguntaba si habían usado preservativo en el inicio de su vida sexual y hasta 1998 más del 60% de mujeres y hombres declaraban no haber usado ningún tipo de preservativo.
· Mujeres: aunque hombres y mujeres están expuestos a contraer VIH, las mujeres tienen al menos el doble de posibilidades de contraer VIH por penetración vaginal.
· CONASIDA ha hecho estudios en los últimos años en los que se han identificado nuevos grupos en riesgo como los grupos étnicos (pueblos indígenas) que por factores como aislamiento y desinformación son más vulnerables a contraer VIH.
· A estos grupos de riesgo se le agregan las personas del comercio sexual, homosexuales y todas aquellas personas que practiquen conductas de riesgo como las relaciones homosexuales, drogadicción intravenosa, etc.
Vías de transmisión:
El VIH se transmite a través de determinadas vías de transmisión las cuales son tres: sexual, sanguínea y perinatal o de madre a hijo, estas vías de transmisión se valen de fluidos corporales tales como sangre, semen, secreciones vaginales, liquido amniótico, liquido pre-eyaculatorio y aunque no se ha logrado probar plenamente la leche materna y especialmente la lactancia en si misma también constituyen un riesgo de transmisión.
· Un Fluido que contenga un concentración suficientemente alta de virus
· Una vía de entrada al torrente sanguíneo de la persona
Se llama conductas de riesgo a todas las actividades que nos dejen expuestos al VIH al poner en contacto uno de los fluidos mencionados con anterioridad con una vía de entrada, es de saber que unas de estas prácticas poseen mayor riesgo de contagió que otras.
Riesgo: es la posibilidad de que ocurra o no un hecho.
Al encontrarnos frente al VIH/SIDA podemos eliminar o disminuir este riesgo y por ende este riesgo aumenta o disminuye gracias a nuestras conductas.
El fluido dicho de manera grafica seria el vehículo de transporte del virus y las vías de entrada son las puertas de acceso a nuestro organismo, para que exista un riesgo real de contagio del VIH es necesario que estas dos condiciones se den a la vez.
Hay que resaltar que no todos los fluidos del cuerpo contienen la suficiente cantidad de virus como para ser contagiosos, por ejemplo no se ha demostrado la transmisión del virus a través de fluidos como la orina, la saliva o las heces. Es por esto que cuando realizamos nuestras actividades cotidianas donde no haya implicancia ni de sangre, semen, ni fluidos vaginales no hay riesgo de ser contagiados.
Las tres vías de contagio:
1º Vía sexual: En fluidos corporales como el semen, sangre y las secreciones vaginales existe una gran concentración del virus VIH; es por esta razón que las personas que no utilizan condón o lo utilizan pero inadecuadamente al momento del acto sexual entran en contacto directo con dichos fluidos exponiéndose a adquirir la infección. El contacto con estos fluidos existe cuando hay penetración anal o vaginal sin utilizar el condón, por otro lado, en las practicas del sexo oral (colocar la boca en el pene o en la vagina) aunque el riesgo es menor que en la penetración este aumenta si se tragan los fluidos (como fluido vaginal, el líquido que lubrica el pene o el semen si existe eyaculación), por esto se recomienda utilizar barreras de látex como el condón.
2º Vía sanguínea: El traspaso del VIH/SIDA por vía sanguínea es a través de sangre infectada, esto ocurre en el caso de que exista una transfusión de sangre que tenga el virus, es por esta razón que es necesario exigir que esa sangre tenga el sello de calidad que nos garantice que no posea ninguna infección, otra posibilidad de adquirir el VIH/SIDA mediante la vía sanguínea es a través de instrumentos quirúrgicos o de odontología que hayan sido infectados y que luego no obtuvieran una desinsectación adecuada; y finalmente si se comparten jeringas de una persona a otra en la utilización de drogas como la heroína, ya que pueden transportar sangre infectada a las personas que hagan uso de estas jeringas.
En Chile el riesgo de contraer el VIH/SIDA mediante la transfusión de sangre está controlado, ya que desde 1987 la sangre donada es sometida a exámenes para detectar el virus del SIDA.
Para resguardar el periodo de ventana del examen las personas deben abstenerse de donar sangre si han tenido conductas de riesgo en los últimos meses, tales como:
· Relaciones sexuales con personas que han tenido más de una pareja sexual sin la utilización del condón.
· Relaciones sexuales con más de una pareja sin condón.
· Intercambio de jeringas.
A modo de recapitulación el virus se transmite al compartir instrumentos como:
- Jeringas, agujas, material inyección (el riesgo muy alto si conservan sangre).
- Tijeras o instrumentos cortantes.
Por ejemplo instrumentos utilizados para tatuajes, acupuntura o piercing.
En cuanto a las heridas: el riesgo de transmisión es remoto. Si cae sangre (u otro fluido infectante) sobre:
- piel que está intacta, o sobre una herida cicatrizada o superficial como un padrastro, no hay riesgo de transmisión.
- incluso tratándose de heridas abiertas, la probabilidad de transmisión es muy remota. Habría que valorar el grado de exposición al fluido infectante y la profundidad de la herida. Como precaución, se deben cubrir las heridas si se prevé un posible contacto.
Algo que hay que recalcar es que el VIH no se contagia como la gripe o la tuberculosis las cuales poseen microorganismos que pueden sobrevivir en el medio ambiente, otro ejemplo es el del cólera que se puede adquirir por el agua, por el contrario el VIH fuera del cuerpo humano pierde rápidamente su capacidad de replicarse y finalmente muere, ya que no tiene ni la temperatura, ni está en un medio acuoso con las condiciones de salinidad y alcalinizidad requeridas por el virus, siendo de esta forma muy débil en el medio ambiente.
3º Vía perinatal o vertical: Esta vía se refiere a la transmisión del virus desde una mujer embarazada al bebe que espera, este puede ocurrir de tres maneras:
· Periodo de gestación o transmisión intrauterina: el virus se ha detectado en el tejido fetal y en el tejido de la placenta desde temprano como el primer trimestre de gestación, lo cual sugiere rol patogénico en la transmisión del virus (el test virológico es positivo en las 48 horas de vida)
· Transmisión durante el parto o intraparto: esta transmisión ocurre ante la exposición del bebe a la sangre materna o a secreciones genitales infectadas (el niño/a tiene un test virológico negativo durante la primera semana de vida y luego se hace positivo), es por esto que se recomienda realizar cesárea disminuyendo en gran medida la posibilidad de contagio.
· Transmisión post parto vía lactancia materna: esta ocurre pues la leche materna tiene pequeñas partículas de virus y sobretodo el bebe al morder el pezón causa pequeñas laceraciones a la madre, en donde ocurre sangrado el cual el bebe succiona. También existen reportes bien documentados de este tipo de transmisión donde la madre adquirió el virus después del parto y cuando lactaron a sus hijos estos fueron infectados.
Existen estudios que sugieren que en la transmisión vertical hay un 50% a 70% de posibilidad de adquirir el virus en el intraparto, mientras que el riesgo de transmisión de madres infectadas después del parto es de alrededor de un 29%. En el caso de que la madre se haya infectado alrededor del parto, el riesgo estimativo para el bebe a través de la lactancia materna es de aproximadamente un 14%. Se ha estimado que aproximadamente 20-30% de los bebes nacidos de madres infectadas por VIH adquieren la infección, este porcentaje desciende notablemente con el uso de terapia antirretroviral como protocolo de tratamiento para las embarazadas y junto con esto se recomienda la cesárea en el momento del parto y no lactar al bebe.
Detección del VIH:
A partir de 1985, entra en comercialización diversos métodos para detectar anticuerpos contra el VIH, siendo así el Test ELISA (enzimoinmunoensayo) la prueba de detección más utilizada debido a su sensibilidad y especificidad. Sin embargo si la muestra arroja un resultado positivo se suplementa con otra más específica, como la Western blot (inmunofluorecencia indirecta).
Medidas de prevención y control del VIH/SIDA
“Facilitar procesos de aprendizaje de la gestión del riesgo, en las personas y en los grupos de personas, apoyando el desarrollo de destrezas y habilidades de cada una de ellas, para que lleven el proceso a cabo en plena libertad”
(Rol de CONASIDA frente a la prevención de VIH/SIDA y ETS)
Estrategias de Prevención
La prevención se basa en los objetivos de CONASIDA (Comisión nacional del SIDA), quienes se enfocan principalmente a la disminución de la transmisión de VIH/SIDA y de las ETS en general, enfocándose en estrategias para la disminución de la vulnerabilidad de las personas. Dichas estrategias se respaldan con estudios epidemiológicos, de comportamiento, socioculturales y de opinión.
En Chile la principal vía de transmisión de VIH y ETS es la sexual (95% de los casos), las políticas y estrategias se han orientado a intervenir en los comportamientos y autocuidado efectivo, vinculados con la sexualidad de las personas y con los determinantes de salud que condicionan la exposición al riesgo. A pesar de que la vía sexual es la principal vía de transmisión en Chile, no se dejan de lado la prevención de transmisión vía sanguínea y vertical, ya sea en la primera mediante el testeo del 100% de la sangre que se utiliza en diferentes procedimientos médicos en el país (a partir del año 1987) y la segunda constituye a uno de los objetivos sanitarios del país, en el 2005 se implementa la Norma de Prevención de la Transmisión Vertical del VIH, considerándose la oferta del test de VIH en las embarazadas en el segundo control de embarazo, el que se garantiza a través del Examen de Medicina Preventiva (EMP).
La vulnerabilidad de las personas se trabaja a través de dos niveles
1. Personal, con quien se busca facilitar y posibilitar la gestión de riesgo de sus conductas individuales.
2. Sociedad, donde se intenta aportar a disminuir la vulnerabilidad, reduciendo el impacto de la inequidad y la desigualdad social.
Control y Tratamiento
Los controles médicos debe ser sistemática y considerar la evaluación de la necesidad de tratamiento antirretroviral (TAR), para la decisión de dar inicio de TAR se debe considerar el análisis integral del paciente en un Centro de atención VIH, de los Centros de Especialidades y una pre evaluación de la adherencia a la terapia.
· Tratamiento antirretroviral:
Este es el principal tratamiento para el VIH y el SIDA, permite que las personas demoren el desarrollo de la enfermedad por muchos años. El tratamiento consiste en medicamentos que combaten la infección del VIH mismo, reduciendo la duplicación del VIH en el cuerpo. Generalmente estos medicamentos son llamados:
· antirretrovirales
· medicamentos anti-VIH
· antivirales VIH
El beneficio de la triterapia en VIH/SIDA se aprecia en la disminución de la mortalidad, letalidad y hospitalizaciones, que demuestra una alta rentabilidad económica y social del TAR y un alto impacto en la sobrevida de las personas beneficiadas.
El TAR para la madre VIH positivo y su hijo, se encuentra protocolizado y garantizado a través de la GES. La aplicación de este protocolo ha permitido la reducción de la tasa de transmisión desde el 30% (taza sin protocolo) a menos de 5%.
Mapa Conceptual